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lunes, 9 de noviembre de 2009

Presentacion

domingo, 8 de noviembre de 2009

Biodisponibilidad y Bioequivalencia Clinica


La Biodisponibilidad de un medicamento es un concepto que ha ido cobrando importancia en las últimas décadas tras haberse demostrado en innumerables trabajos que formas farmacéuticas sólidas de administración oral (tabletas, cápsulas, entre otras) si bien eran equivalentes desde el punto de vista de
cantidad del fármaco, no lo eran desde el punto de vista fisiológico.

La biodisponibilidad se define como la cantidad y la velocidad a la que el principio activo se absorbe a partir de una forma farmacéutica y llega al lugar de acción (biofase). Teniendo en cuenta que el principio activo se encuentra en equilibrio entre el sitio de acción y la circulación general, se asume que los parámetros del medicamento medidos en sangre son representativos de la biodisponibilidad del mismo.
Por ejemplo, cuando se administra un medicamento por vía oral, antes de llegar a la circulación sanguínea y por ende al sitio de acción, el ingrediente activo presente en el preparado farmacéutico debe franquear diversas barreras, pudiendo presentar perdidas de la dosis original en cada una de ellas. Las
cuales se mencionan a continuación:


1. Estómago
2. Mucosa intestinal
3. Hígado
4. Corazón
5. Pulmones



Puede existir diferencias significativas entre medicamentos con diferentes ingredientes activos, esta diferencia depende directamente de las propiedades inherentes al fármaco como la facilidad de solubilizarse en los fluidos biológicos ya sea de carácter acuoso o lípidico, así como la forma en la que el organismo la asimila; es decir como la absorbe, la distribuye, metaboliza y elimina del organismo. El siguiente esquema representa el proceso de absorción de 2 diferentes fármacos, los cuales se administran a la misma dosis (100 mg), pero durante su trayecto a la circulación general se van retirando del organismo cantidades diferentes del fármaco en cada uno de los órganos, apreciándose que al final el fármaco A cuenta con una biodisponibilidad del 72% mientras que el fármaco B tiene una biodisponibilidad del 16%.

Por ello, se acepta como definición operativa que la biodisponibilidad es la propiedad de una forma farmacéutica que determina cuánto y cómo llega el fármaco contenida en ella hasta la circulación sistémica. La biodisponibilidad de un medicamento se determina caracterizando su perfil farmacocinético, para ello se administra el medicamento en evaluación y posteriormente se toman muestras sanguíneas a diferentes tiempos, estas muestras sanguíneas se someten a un tratamiento para determinar las concentraciones. Con estos resultados se construye la gráfica de concentración respecto al tiempo, apreciándose un comportamiento similar a la siguiente figura. A partir de ella se determinan los 3 parámetros representativos de la Biodisponibilidad:

a) La concentración máxima obtenida (Cmax).

Como su nombre lo indica, representa la concentración más alta del fármaco en la sangre o en plasma después de su administración oral. Este parámetro es directamente proporcional a la fracción del fármaco absorbido.

b) El tiempo al cual se aprecia la concentración máxima (Tmax).

Junto con el Cmax, este parámetro está estrechamente relacionado con la velocidad de absorción. Fármacos con valores de Tmax más pequeño presentarán respuesta farmacológica en tiempo más cortos.

c) El área bajo la curva de la concentración plasmática respecto al tiempo (ABC).\

Este parámetro representa la cantidad de fármaco absorbido. El ABC es directamente proporcional a la cantidad de fármaco que ingresa a la circulación y es independiente de la velocidad de absorción.

Biodisponibilidad y Bioequivalencia Farmaceutica

Biodisponibilidad y Bioequivalencia de Medicamentos

lunes, 26 de octubre de 2009

Biodisponibilidad y Bioequivalencia

Bioequivalencia Farmaceutica

Biodisponibilidad de los Medicamentos

Farmacocinetica de los Medicamentos

Implicaciones Clìnicas de Biodisponibilidad y Bioequivalencia



Cuando un paciente recibe un medicamento, el tiempo que transcurre entre la administración y la presentación de los efectos recibe el nombre de tiempo de latencia. Este tiempo depende tanto de la vía de administración utilizada como de la forma farmacéutica, además de algunas variables dependientes del mismo paciente, como peso, edad, patología asociada, funcionalidad hepática y renal, estado nutricional, entre otras. Tradicionalmente, se les da mucha importancia a la vía de administración y a los factores dependientes del paciente, pero se deja un poco de lado la relevancia que tiene ese aspecto biofarmacéutico relacionado con las características del medicamento.
Recordemos que se entiende por medicamento (o SENF, Sistema de Entrega del Fármaco) a la forma física resultante de la unión de uno o más compuestos farmacológicamente activos (fármaco) con varios compuestos inertes (excipientes o auxiliares de formulación) que tiene como principal fin el facilitar la administración del fármaco. En consecuencia, tanto el tipo como la cantidad de esos excipientes, así como también la técnica de fabricación empleada, pueden llegar a ser determinantes en el tiempo necesario para alcanzar el efecto deseado y en la duración que tenga dicho efecto. En la práctica clínica, este debe ser un factor a tener en cuenta, pues dependiendo del síntoma o signo que se desee controlar y del estado del paciente, el prescriptor deberá seleccionar la forma farmacéutica adecuada. Una vez administrado en forma de medicamento, el principio activo debe liberarse en el sitio de la administración y posteriormente disolverse en los fluidos biológicos, antes de poder ser absorbido. La vía de administración intravenosa es la única que no contempla estos dos procesos, pues el fármaco ya se encuentra disuelto en la forma farmacéutica y al ser colocado directamente en el compartimento plasmático, se obvia la absorción.
Se define como biodisponibilidad a la fracción inalterada de un fármaco que llega a la circulación sistémica, luego de su administración por cualquier vía. Por definición, la máxima biodisponibilidad de un fármaco se puede alcanzar cuando éste es administrado por vía intravenosa, donde la biodisponibilidad tiene un valor de 1 (£ 100%); la administración de fármacos por otras vías que requieran absorción (oral, transdérmica, intramuscular, subcutánea, rectal, etc. ) tienen valores de biodisponibilidad iguales o menores a 1 (£ 100%) debido principalmente a dos fenómenos: absorción incompleta o efecto de primer paso. La absorción incompleta se puede deber a falta de absorción en el intestino por metabolismo bacteriano (digoxina), inestabilidad del fármaco al pH del tubo digestivo (penicilinas), alta hidrofilicidad (atenolol) o lipofilicidad (aciclovir). El efecto de primer paso consiste en una degradación que sufre el fármaco por metabolización en la misma pared intestinal al ser absorbido (testosterona), en la sangre de la circulación portal y más a menudo a su primer paso por el hígado, antes de alcanzar la circulación sistémica (propranolol).
El concepto de biodisponibilidad comprende dos aspectos: la intensidad de la absorción, medida como el área bajo la curva en una representación gráfica de concentraciones plasmáticas versus tiempo y la velocidad de absorción, representada por la concentración plasmática máxima alcanzada (Cmax) y el tiempo requerido para alcanzar dicha concentración máxima (Tmax).
La relevancia clínica que tienen los anteriores conceptos, la podemos complementar introduciendo las siguientes definiciones:
Equivalentes farmacéuticos: son dos medicamentos que contienen el mismo principio activo en igual cantidad y forma farmacéutica. Por ejemplo, dos fabricantes diferentes producen tabletas con 500 mg de amoxicilina; estos dos medicamentos son equivalentes farmacéuticos, pero este solo hecho no nos garantiza que su efectividad clínica sea igual, pues por definición los excipientes pueden ser diferentes (en calidad y cantidad) y también la técnica de fabricación empleada (dureza de las tabletas, friabilidad) que pueden llevar a patrones de liberación y de absorción diferentes.
Equivalentes biológicos o bioequivalentes: son dos medicamentos que siendo equivalentes farmacéuticos, presentan perfiles de concentración plasmática versus tiempo (área bajo la curva, Cmax y Tmax) estadísticamente iguales.

viernes, 23 de octubre de 2009

REACCIONES ADVERSAS


Reacciones adversas a los fármacos
Un error frecuente es considerar que los efectos farmacológicos se pueden dividir claramente en dos grupos: efectos deseados o terapéuticos y no deseados o secundarios. En realidad, la mayoría de los fármacos produce varios efectos. Sin embargo, el médico pretende que el paciente experimente sólo uno (o algunos) de ellos. Los demás efectos se pueden calificar como no deseados. A pesar de que casi todo el mundo, incluyendo médicos y personal sanitario, se refiere a efecto secundario, el término reacción adversa al fármaco es más apropiado para los efectos no deseados, desagradables, o potencialmente nocivos.
No debe sorprender que las reacciones adversas a los fármacos sean frecuentes. Se estima que alrededor del 10 por ciento de los ingresos en los hospitales en algunos países, son debidos a reacciones adversas a los fármacos. Entre el 15 y el 30 por ciento de los pacientes hospitalizados presenta como mínimo una reacción adversa a algún fármaco. Aunque muchas de estas reacciones son relativamente leves y desaparecen al suspender su administración o al modificar la dosis, otras son más graves y de mayor duración.