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lunes, 26 de octubre de 2009

Biodisponibilidad y Bioequivalencia

Bioequivalencia Farmaceutica

Biodisponibilidad de los Medicamentos

Farmacocinetica de los Medicamentos

Implicaciones Clìnicas de Biodisponibilidad y Bioequivalencia



Cuando un paciente recibe un medicamento, el tiempo que transcurre entre la administración y la presentación de los efectos recibe el nombre de tiempo de latencia. Este tiempo depende tanto de la vía de administración utilizada como de la forma farmacéutica, además de algunas variables dependientes del mismo paciente, como peso, edad, patología asociada, funcionalidad hepática y renal, estado nutricional, entre otras. Tradicionalmente, se les da mucha importancia a la vía de administración y a los factores dependientes del paciente, pero se deja un poco de lado la relevancia que tiene ese aspecto biofarmacéutico relacionado con las características del medicamento.
Recordemos que se entiende por medicamento (o SENF, Sistema de Entrega del Fármaco) a la forma física resultante de la unión de uno o más compuestos farmacológicamente activos (fármaco) con varios compuestos inertes (excipientes o auxiliares de formulación) que tiene como principal fin el facilitar la administración del fármaco. En consecuencia, tanto el tipo como la cantidad de esos excipientes, así como también la técnica de fabricación empleada, pueden llegar a ser determinantes en el tiempo necesario para alcanzar el efecto deseado y en la duración que tenga dicho efecto. En la práctica clínica, este debe ser un factor a tener en cuenta, pues dependiendo del síntoma o signo que se desee controlar y del estado del paciente, el prescriptor deberá seleccionar la forma farmacéutica adecuada. Una vez administrado en forma de medicamento, el principio activo debe liberarse en el sitio de la administración y posteriormente disolverse en los fluidos biológicos, antes de poder ser absorbido. La vía de administración intravenosa es la única que no contempla estos dos procesos, pues el fármaco ya se encuentra disuelto en la forma farmacéutica y al ser colocado directamente en el compartimento plasmático, se obvia la absorción.
Se define como biodisponibilidad a la fracción inalterada de un fármaco que llega a la circulación sistémica, luego de su administración por cualquier vía. Por definición, la máxima biodisponibilidad de un fármaco se puede alcanzar cuando éste es administrado por vía intravenosa, donde la biodisponibilidad tiene un valor de 1 (£ 100%); la administración de fármacos por otras vías que requieran absorción (oral, transdérmica, intramuscular, subcutánea, rectal, etc. ) tienen valores de biodisponibilidad iguales o menores a 1 (£ 100%) debido principalmente a dos fenómenos: absorción incompleta o efecto de primer paso. La absorción incompleta se puede deber a falta de absorción en el intestino por metabolismo bacteriano (digoxina), inestabilidad del fármaco al pH del tubo digestivo (penicilinas), alta hidrofilicidad (atenolol) o lipofilicidad (aciclovir). El efecto de primer paso consiste en una degradación que sufre el fármaco por metabolización en la misma pared intestinal al ser absorbido (testosterona), en la sangre de la circulación portal y más a menudo a su primer paso por el hígado, antes de alcanzar la circulación sistémica (propranolol).
El concepto de biodisponibilidad comprende dos aspectos: la intensidad de la absorción, medida como el área bajo la curva en una representación gráfica de concentraciones plasmáticas versus tiempo y la velocidad de absorción, representada por la concentración plasmática máxima alcanzada (Cmax) y el tiempo requerido para alcanzar dicha concentración máxima (Tmax).
La relevancia clínica que tienen los anteriores conceptos, la podemos complementar introduciendo las siguientes definiciones:
Equivalentes farmacéuticos: son dos medicamentos que contienen el mismo principio activo en igual cantidad y forma farmacéutica. Por ejemplo, dos fabricantes diferentes producen tabletas con 500 mg de amoxicilina; estos dos medicamentos son equivalentes farmacéuticos, pero este solo hecho no nos garantiza que su efectividad clínica sea igual, pues por definición los excipientes pueden ser diferentes (en calidad y cantidad) y también la técnica de fabricación empleada (dureza de las tabletas, friabilidad) que pueden llevar a patrones de liberación y de absorción diferentes.
Equivalentes biológicos o bioequivalentes: son dos medicamentos que siendo equivalentes farmacéuticos, presentan perfiles de concentración plasmática versus tiempo (área bajo la curva, Cmax y Tmax) estadísticamente iguales.

viernes, 23 de octubre de 2009

REACCIONES ADVERSAS


Reacciones adversas a los fármacos
Un error frecuente es considerar que los efectos farmacológicos se pueden dividir claramente en dos grupos: efectos deseados o terapéuticos y no deseados o secundarios. En realidad, la mayoría de los fármacos produce varios efectos. Sin embargo, el médico pretende que el paciente experimente sólo uno (o algunos) de ellos. Los demás efectos se pueden calificar como no deseados. A pesar de que casi todo el mundo, incluyendo médicos y personal sanitario, se refiere a efecto secundario, el término reacción adversa al fármaco es más apropiado para los efectos no deseados, desagradables, o potencialmente nocivos.
No debe sorprender que las reacciones adversas a los fármacos sean frecuentes. Se estima que alrededor del 10 por ciento de los ingresos en los hospitales en algunos países, son debidos a reacciones adversas a los fármacos. Entre el 15 y el 30 por ciento de los pacientes hospitalizados presenta como mínimo una reacción adversa a algún fármaco. Aunque muchas de estas reacciones son relativamente leves y desaparecen al suspender su administración o al modificar la dosis, otras son más graves y de mayor duración.